Hubo una época en que estaba fascinado por los brillos y la suntuosidad. Por aquel entonces imaginaba arquitecturas bastante toscas y abigarradas. El segundo dibujo es la planta de un palacio, con sus escaleras, pasillos, puertas, columnas, fuentes y comedor incluido. Son, como digo, geometrías realmente sencillas e infantiles cargadas, no obstante, de detalles lo cual las convierte en algo ciertamente kitsch.
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