27 de abril de 2011

La invasión de los poetas funcionarios zombis V

Si has llegado hasta aquí, bienvenido al fin del mundo.

Mi nombre es Edgar Poison, soy escritor. Nací en un pequeño condado de Arkansas y…
Señor del público - Eso ya lo sabemos, hombre ¡largo de aquí!

Edgar Poison, pensando - ¡Qué diablos! la bacteria zombi está acabando conmigo; no tardaré en morir para salir de mi propia tumba.
Señor del público – Tú tómatelo con calma y sal tranquilo de tu tumba porque han quitado ya la saga.
Edgar Poison, pensando de nuevo - ¿Cómo alguien que no conozco ha sido capaz de leer mi pensamiento? ¿Y de qué saga me está hablando? Se refiere acaso a…

Señor del público – a…

LA INVASIÓN DE LOS POETAS FUNCIONARIOS ZOMBIS V

Dado que nadie leía La invasión de los poetas funcionarios zombis, la redacción decidió retirar la saga. Había capítulos planeados con comunistas ninjas y el virus Belén Esteban que pondría fin a la tiranía de las máquinas en la tierra. Edgar Poison, entretanto, contactó con John Mc Gregor y juntos consiguieron reconstituir la cura para la bacteria responsable del enajenamiento zombi. En un último enfrentamiento con los poetas funcionarios zombis, durante el cual Edgar Poison estuvo dividido entre sus pensamientos de escritor y los pensamientos propios del enajenamiento zombi, la cura para la bacteria generadora cae accidentalmente en una bañera de plomo fundido y detrás de ella, Edgar Poison, concluyendo así la saga con el presumible triunfo de la invasión zombi que es, dicho sea de paso, tal y como se anunció que acabaría el mundo.

Estamos en el año 2251, los poetas funcionarios zombis se disponen a tomar las uvas.

El impacto de la publicidad

Quienes siguen habitualmente esta publicación pudieron disfrutar de un movimiento discreto y hasta cierto punto inofensivo contra ciertas campañas de publicidad en el centro de Madrid. Dado que tocamos el tema de las grandes campañas un poco de pasada, hoy queríamos ahondar en las capacidades reales y preocupantemente impactantes de esta pujante industria para lo cual nos trasladaremos a otras ciudades donde no hay reparo en invertir altos costes por el bien de una marca, de unas ideas ciertamente neurálgicas.

Que las compañías aseguradoras sean un gran negocio no es nada nuevo. Aquí ya hemos avisado alguna vez que vivimos en un mundo seguro pero no protegido. Hay una tendencia general a desconfiar, a temer perder lo poco que uno posee, a blindarse y a encerrarse en la seguridad de nuestros hogares y consumir en seguros, vigilancia… Estados Unidos es un país donde la población vive obsesionada por la seguridad. En algunos lugares pueden contarse cinco policías por centímetro cuadrado, las armas son legales para proteger nuestro hogar y sucesos como los atentados de las torres gemelas han sido promocionados por los medios de comunicación como propaganda de un terror contra el que hay que protegerse a toda costa.

 El anuncio, a la par que original e impactante (no sabemos si también peligroso por poder ocasionar alguna distracción al volante) deja claro que las manos de la compañía aseguradora Allstate son las mismísimas manos de Dios (good, bueno; God, Dios). ¿Está usted en buenas manos? Tenga cuidado, no se desvíe de la senda del sacrificio y la rectitud y siga nuestras amables indicaciones.

 Este segundo anuncio también pertenece a una compañía aseguradora aunque la gracia de nuestros publicistas ahora consiste en hacernos creer que se trata de un anuncio de pinturas. Una táctica tan arriesgada bien puede utilizarse cuando un anuncio es inevitable y es posible que incluso no tengamos otro remedio que hablar de él. La vida es algo imprevisto por su misma naturaleza ¿por qué no tomar medidas contra ello? Parece convincente. La elección de los colores, la ocupación de un espacio amplísimo… semejante contaminación visual no puede pasar desapercibida. Observen como esta publicidad a gran escala anula por completo el efecto de la publicidad convencional en la esquina inferior derecha del edificio, en las farolas y, posiblemente, en los parabrisas de los automóviles. 

La leche Anando con esta campaña buscaba hacer frente a las compañías de zumos y bebidas energéticas en el target de los niños. Para competir, la leche Anando también tenía que ser divertida. Resulta chocante el posicionamiento de los publicistas argumentando que los niños viven en un mundo de fantasía y que su pretensión es generar en la población infantil sueños aún más fantásticos. La visión de los niños puede, desde luego, ser fantástica e inocente pero a menudo los niños de las culturas más avanzadas viven desasidos de un contacto directo con la realidad; hablamos de películas, videojuegos… es como si los mayores nos viéramos obligados a maquillar la realidad o a sustituirla con mentiras eficaces. El juego contiene importantes valores para el niño. A través del juego el niño interpreta el mundo adulto y ensaya el teatro de la vida. De otro lado, la publicidad en el caso de los alimentos destinados al público infantil es un asunto que debe ser tratado con pinzas pues, por perseguir un sueño inalcanzable (lo que en la adolescencia se puede convertir en la obsesión de tener un cuerpo supuestamente perfecto) pueden aparecer serios trastornos de salud.

Hablar de este anuncio de Axe es hablar de modelos de conducta sexual. La mujer asume un rol pasivo, objetual ligado a posturas tradicionales y el varón adopta una tipografía entre el modelo burgués mezclado con una estética capitalista. El éxito, la capacidad sexual… todo depende de la parte activa masculina que debe consumir en parafernalia erótica para poder presumir y jactarse de sus conquistas, de sus dotes cazadoras en círculos posiblemente masculinos. Aunque pueda parecernos un machismo renovado no es sino un viejo machismo, disfrazado por una estética actual. 


Finalmente, una oda al sadismo y a la violencia gratuita, propaganda de la película americana Kill Bill. Creo que el anuncio tiene un gusto tan pésimo que no es necesario comentarlo. Entre las satisfacciones o los pequeños premios de nuestra ajetreada vida consumista podemos emplear nuestro ocio en disfrutar de violencia aderezada con sexo y altas cotas de aturdimiento sensorial. Para creer liberarnos de la opresión intelectual podemos caer en este círculo perverso que, sinceramente, dudo mucho que nos produzca alguna honda satisfacción.

24 de abril de 2011

Manifiesto antiborrego. Por un internet digno.

  
Hacerse fan es fácil, basta con conexión a internet, cuenta en facebook, ordenador, dispositivo móvil... basta dar a un botón y ya eres fan. 

- Bienvenido a nuestro club de fans

Os dirá un americano trajeado.

- Aquí, al final del pasillo, pueden ver los servidores donde almacenamos las intimidades de nuestros clientes del mundo entero. 

El reality sigue ganando adeptos entre la población zombi. Ser fan es llevar los colores de nuestra tribu, esté en Nueva Guinea o en el mundial de fútbol; unirse al clan social, ser aceptado, ser famoso...

Hacerte pan, en cambio, es más complicado. Primero te tienes que ir a por harina, levadura... luego amasar la mezcla, luego hornear... pero no se preocupen, el pan no cuesta mucho. Mucho dinero, quiero decir. Cuesta más darle a un botón y quizá por ello no paramos de esforzarnos en no parar de hacer otra cosa a parte de dar a un
maldito
botón.

Callejeros Madrid

Trazos

La ciudad misteriosa

21 de abril de 2011

Mujeres, las calles son nuestras














La pintada que pueden observar en sus pantallas estaba en un banco de Alonso Martínez. Dado que la había reconocido en otros lugares me he dedicado a investigar un poco. Es obvio que pertenece a una agrupación feminista bastante activa, pero no he encontrado ninguna pista sobre dicha agrupación y tiene que haberla, forzosamente. Prometo hablar de ello si en adelante consigo más información. 
No obstante, gracias al mensaje, he encontrado lugares virtuales muy interesantes que paso a recomendar:

El primero de ellos es Muros hablados, donde, además, se puede consultar una amplia muestra de mensajes murales de lo más diverso. Es muy útil, una vez que estén allí, pinchar sobre "muros" y ver una panorámica de todas las obras expuestas. Hay todo lo que puedan imaginar y más todavía.

El segundo de ellos es un blog francés sobre asuntos políticos que no sé leer ni tampoco, al parecer, hace mucho incapié en esta acción concreta.

Y dejo, finalmente este tercer enlace que hace un recorrido visual bastante atractivo sobre pintada feminista actual, también desde una bitácora más personal.

Abajo: Don´t blame me, No puedo ser la mujer de tu vida porque soy la mujer de mi vida, símbolo feminista y Enciende la luz, lucha por la igualdad.



20 de abril de 2011

Salvajes



























Estas son dos muestras de culturas periféricas escogidas al azar entre cientos de miles. Sus miembros suelen ser jóvenes con espíritu de aventura y afán creativo. En los límites de la ciudad, están sus trazos.

Utilidad de las mariposas








Lejos de las carreteras -lejos del asfalto pero en el fondo nunca lo suficiente- caminamos hace tiempo por un sendero. Allí tuvimos ocasión de contemplar el vuelo de dos mariposas cortejándose. Vivían intensamente lo que a nosotros nos puede parecer una vida muy corta.
Podríamos pensar que su encuentro sólo tiene la finalidad de conseguir que la primavera que viene una nueva generación de mariposas revoloteen como lo hicieron aquellas dos o podemos llegar a considerar que su belleza, su sola y mera belleza, no sirve para nada.

Tampoco la literatura sirve de nada en concreto pero, no obstante, puede recordarnos que tenemos que vivir el día de hoy como si del último día de nuestra existencia se tratase. Esto último sí puede ser tremendamente útil e incluso servir de algo. Pero podría ser incluso más rotundo: a menudo lo que no sirve para nada es lo más útil en realidad.

Otras cosas con vocación de ser, antes que nada, útiles, acaban convirtiéndose en algo completamente anecdótico. Por ejemplo:

Ha llamado al servicio técnico, en breves instantes atenderemos su llamada, muchas gracias. (Música de fondo) Permanezca a la espera. (Música de fondo) Ha llamado al servicio técnico, en breves instantes...

Tras la espera, escucharemos la voz de Carlos formulando una frase cuya monotonía apenas se distingue del contestador automático de la llamada en espera:

- Serviciotécnicobuenosdías, le atiende Carlos ¿en qué puedo ayudarle?


Personalmente, cuando tengo un problema, prefiero pensar en dos mariposas enamoradas. Observar la fragilidad de su vuelo puede ayudar a uno a muchas cosas.



10 de abril de 2011

Para todo lo demás... Mister Geno

Hay cosas que no se pueden comprar, para todo lo demás...

La publicidad puede ser, en ocasiones, una canción facilona, repetitiva y absurda que se va instalando en tu pensamiento hasta nublarlo por completo y perseguir la ficción productiva, la especulación urbana. Si consumo, soy feliz pero, al final, la felicidad proporcionada por el consumismo es como la felicidad proporcionada por el tabaquismo. El tabaco te procura una satisfacción a cambio de un terrible sacrificio: 

Vivir sin tabaco el resto de los minutos que no lo tienes con ansiedad, nerviosismo y "mono", deseando encenderte otro cigarrillo lo antes posible.


Lo que implica el consumo es ser feliz sólo consumiendo, produciendo y generando basura insostenible. No está mal que a uno le recuerden asuntos similares mientras camina a algún lugar previsto de antemano apercibiéndose de que se encuentra al otro lado, en la otra acera donde debe acatar la verdad normativa, la conducta del ciudadano tipo. Este ciudadano trabaja la mayor parte de su tiempo y consume y duerme durante el tiempo restante. Contribuye a que la rueda de ilusión y engaño no deje de girar, cegado por la información de los mass media, acribillado de publicidad...

Ya saben nuestro consejo:
Huyan de aquí lo antes posible















Para todo lo demás...
azafrán con pan.

9 de abril de 2011

Yo también

La obra que hoy queremos mostrar apareció en una concurrida zona de Moncloa. Es curioso, porque la afluencia de gente ha originado que las empresas de publicidad saturen de forma abusiva los alrededores del intercambiador y el intercambiador mismo. Dentro y fuera de este recinto cada cierto tiempo se organizan campañas con letreros de grandes dimensiones no sólo en los lugares destinados al efecto, sino también en paredes, vagones de metro, autobuses, ventanas, techos, suelos, escaleras... no hay escapatoria posible. La locura se desata en cuanto se reparten muestras de productos o se trata de captar al cliente de mil maneras distintas a pie de calle. Estas gigantescas campañas generan auténticas distorsiones en el espacio público produciendo sensaciones de agobio, desorientación e incomodidad en los viajeros.
Lo último que hemos podido ver es el anuncio de una cafetera futurista. Los responsables de la marca han llenado todo de pequeños círculos que producen mareantes efectos visuales. Más que un comercial parece una obra de Op-art. Además de poco estético resulta, para colmo, un tanto molesto y ni siquiera creo que esto sea una buena publicidad para la marca pues si bien el anuncio resulta inevitable, es tan agresivo y confuso que cuesta trabajo recordarlo. De hecho, nosotros, que hemos visto y comentado el anuncio, no hemos conseguido recordar la marca de la cafetera, el café o lo que estuviera anunciado. Lo más que se distinguía era algo parecido a esto:




Pero con puntos y una cafetera en el centro, en paneles de varios metros cuadrados de tamaño, luminosos. 

Quizá por la proximidad de una zona comercial textil parece siempre haber un espacio reservado para marcas de ropa. En cierta ocasión, en vez de encontrar los clásicos modelos de determinadas medidas, maquillados, retocados digitalmente y demás, aparecía el número uno del ajedrez mundial, no tan esbelto, claro, pero sí ofreciendo una imagen perfectamente estudiada. Creo que también anunciaba moda, no puedo asegurarlo porque tampoco he encontrado este anuncio ni hemos conseguido recordarlo, el caso es que, por contraste, me pareció una publicidad algo contrapublicitaria. Lo importante es el interior parecía querer decir aquel anuncio y eso, en un anuncio de ropa, es bastante inusual. En otros anuncios puede ser bastante frecuente como, por ejemplo, en el de un yogurt. Pese a que el anuncio captase mi atención no creo que los anunciantes crean que lo importante es el interior, sino más bien que colocar al número uno del ajedrez mundial puede llamar la atención, es una buena  forma de desmarcarse de la competencia y puede ocasionar beneficios a la marca para la que trabajan. La inteligencia es bella, ¿no? Yo no conozco a aquel ajedrecista pero por su título mundial no puedo asegurar que sea una persona inteligente. El ajedrez es un juego complejísimo, pero la inteligencia representa un sinfín de parcelas donde el razonamiento y lo propio del ajedrez es sólo una pequeña parte. Esto vale para el ajedrez, para el arte, para los negocios, para el deporte o para la política. Puedes ser el mejor en algo y un completo zote el resto del día. Quiero decir que es bastante absurdo que un departamento publicitario te diga qué es bello o qué es inteligente y eso, precisamente, es lo que quiere decirte aunque tú no quieras escucharle.

Campaña tras campaña, exceptuando el ya comentado caso del jugador de ajedrez, las empresas publicitarias insisten en fotografiar y vestir a modelos de mil formas distintas pero siempre de manera igual. La zona publicitaria de Moncloa va siendo invadida cada vez por una nueva moda y, esto es lo más sorprendente, hay una persona o un grupo de personas que se dedica a distribuir bocadillos en los anuncios:














También de forma insistente y con un mensaje claro:

No es real todo lo que ves.

5 de abril de 2011

Arte y poder: La estética nazi

Determinado arte histórico puede interpretarse como una representación del poder hegemónico. Si bien es cierto que las formas particulares de este arte son cambiantes, los conceptos en torno a una figura jerárquica de orden superior (gobernantes, dioses) se mantienen. El arte, en esencia, busca representar los valores de una forma institucionalizada de poder (político, religioso, económico…). Es, podríamos afirmar, como un tipo de propaganda o simplemente una extensión del sometimiento de las reglas imperantes; en cualquier caso, un reflejo del ideal vigente, de la cultura del momento.

La magnitud colosal de las estatuas faraónicas puede entenderse como un símbolo de poder y sometimiento. El faraón está elevado, esculpido en un material que evoca la inmortalidad, su orden inmutable gobierna por encima de todas las cosas. La ley del faraón, es, además, la ley inquebrantable de los dioses con lo que su figura está también divinizada. Observamos que las estatuas imperiales de la escultura romana carecían de mirada[1]; no hay diálogo posible con el espectador porque no estamos entre iguales. La figura del gobernante es la del padre inflexible que gobierna con mano de hierro, el cual protege y castiga a la vez. El arte de determinados periodos de la Edad Media persigue una doble misión: aleccionar y atemorizar. La vida en gracia de Dios es sacrificada, pero tiene una recompensa en el más allá mientras que toda conducta desviada de este modelo es castigada durante una eternidad. El canon clásico (s. XVIII - XIX) no es sino la norma, lo ideal, lo perfecto… otro canon distinto en la época de la reproducción técnica se multiplicará y se repetirá insaciablemente ya en un mundo industrializado. El canon está inspirado en modelos racionales (filosóficos, matemáticos…), también en planteamientos religiosos.

Winckelmann, revisando el arte de su querida Grecia blanca, nos presenta su ideal de belleza como un modelo alejado de la pasión humana[2]. Según su criterio, para que una figura fuese bella tenía que ser indefinida, no expresar ningún tipo de afecto ni de emoción. Winckelmann ensalza el hieratismo de algunas obras griegas y este modelo deshumanizado es, en cierta medida, el que adopta la estética nazi.
El megadocumental Olimpia, realizado por Leni Riefenstahl con motivo de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, representa una buena muestra de la concepción nazi. En él pueden verse a los atletas, símbolos heroicos patrios, que surgen del Discóbolo de Mirón. El cuerpo es una armadura insensible, una máquina disciplinada; los atletas son también soldados de un ejército que, como ocurre en la visión de Winckelmann, poseen una belleza fría. El cuerpo se militariza y ya sólo se distingue el bloque homogéneo, desprovisto de señas individuales. Es, a grandes trazos, un arte invariable con un ideal de belleza absoluto, carente de expresión de movimientos o gestualidad. El arte, al servicio del nazismo, cumple el papel de mediador entre el pueblo y su líder, es un arma propagandística que contiene mensajes bélicos y nacionalistas.

Como contrapunto de la estética nazi surge el expresionismo alemán. Autores como Edvard Munch defendían un arte degenerado para el nazi. Precisamente lo que pretendía la visión expresionista era retratar las pasiones y emociones del ser humano a través de una distinta valoración del estilo del autor. Éste, en una concepción propia de Vasari, depende del artista; hay tantos tipos de arte como tipos de artista y el arte, en última instancia, no existe si no hace uso de él el artista.
Resulta curioso que entre los antecedentes del nazismo nos encontremos con un movimiento como el romántico, reacción frente a las reglas clásicas y defensor de una estética individualista que alcanzaría su máxima expresión en el genio romántico. Esto choca aún más si tenemos en cuenta que el romántico está a favor de las emociones. Su marcado idealismo, en cambio, así como un sentimiento nacionalista en principio inofensivo (lo que se daría en llamar posteriormente cultura Völkisch) fueron asimilados por el nazismo deviniendo el misticismo en una lucha de clases y razas.

¿Y qué respecto a la actualidad? Mirando a nuestro alrededor nos damos cuenta de que convivimos con ideales de belleza muy homogeneizados. Los cánones siguen existiendo y la publicidad nos acribilla con modelos jóvenes y atléticos, con experiencias y modos de vida propios de la satisfacción consumista. La productividad es nuestro mejor valor; en una sociedad como la nuestra quien no produce representa una lacra. La juventud hace penosos sacrificios para ser reconocida dentro de una tribu que no es sino un pequeño ejército. ¿Hasta qué punto conservamos nuestra identidad, nuestra autenticidad?

[Ensayo de un ensayo escrito por Ju].


[1] A menudo, en estas estatuas, en las cuencas de los ojos, se colocaban incrustaciones de piedras preciosas.
[2] Porque en el arte lo bello es como las lágrimas en el teatro, sin dolor y sin vida.

4 de abril de 2011

El camino


La invasión de los poetas funcionarios zombis IV

Año 2250. La esperanza capitalista ha dejado de ser una realidad. A pesar del correcto funcionamiento de la trama empresarial y la posibilidad de aplacar la invasión de los poetas funcionarios zombis, las máquinas están empezando a obrar con autonomía y a revelarse contra cualquier tipo de control. No queda mucho para el desarrollo del terrible PZ-250, un entorno computarizado capaz de desplegar planteamientos complejos, capaz de aprobar oposiciones y capaz de multiplicarse gracias a tecnología nanotécnica. Invisibles máquinas microscópicas se unen en organismos electrónicos que adoptan formas cada vez más amplias y monstruosas. El propio PZ-251 ya no es obra ni de los capitalistas ni de los poetas funcionarios zombis sino un engendro mecánico inteligente y cruel, capacitado incluso para deleitarse con poemas y desollar cualquier tipo de vida orgánica, esté viva o muerta.

LA INVASIÓN DE LOS POETAS FUNCIONARIOS ZOMBIS IV

Mi nombre es Edgar Poison, soy escritor. Nací en un pequeño condado de Arkansas. En el año 2011 me ofrecieron trabajar para una publicación titulada Las torres de papel. Parecía un inofensivo espacio dedicado a asuntos artísticos pero pronto descubriría terribles secretos. Las torres de papel era en realidad una agrupación experimental entre cuyas ambiciones se encontraba producir estados alterados de consciencia en el lector mediante textos, imágenes, sonidos y sustancias psicoactivas.
Empecé a escribir para esta publicación una historia fasciculada: La invasión zombi. Pronto la redacción me sugirió cambiar el título por La invasión de los poetas funcionarios zombis y trasladar la acción al año 2250. Hasta aquí todo parecía algo turbio pero no en demasía inquietante. Justo en el momento en el que me fueron sugeridas ciertas técnicas narrativas me vi inmerso en la historia y yo, Edgar Poison, me convertí en un personaje más de una trama fatídica y apocalíptica, trasladado al año 2250 y en convivencia con capitalistas rebeldes, máquinas diabólicas y, por supuesto, poetas funcionarios zombis.

Mi destino sólo depende de mi inventiva, soy el autor de la historia, me digo pero, por cuestiones de coherencia, no puedo modificar el desarrollo de los personajes estando, en cierta manera, sometido al devenir de fuerzas discursivas inconscientes y absurdas. Si esto ya es de por sí peligroso hay que tener en cuenta algo más:

Soy un zombi.

Piano curvo

Gris

3 de abril de 2011

Visto en la calle

Tetuán. Grafismo de UT, colocado a la vista de todos.


Moncloa. Propaganda electoral colocada en un semáforo, a la vista de todos, a una altura de difícil acceso. 

Por un regreso digno y la defensa de tus derechos. Paulino, candidato de Unidad y Consenso.

Zona de Huertas. Buzón pintado quizá para asustar a los repartidores de publicidad. Imagen tomada por Luismi.

*Envíe sus callejeros a Las torres de papel y podrá ganar fantásticos premios. No lo piense más. Adjunte sus archivos a la dirección del enlace y el cuartel de las tortugas ninja publicará sus contenidos sin ningún coste adicional, refiriendo el autor de la fotografía y vinculándola con su espacio personal. Así de rápido, cómodo y sencillo. No deje escapar esta oportunidad exclusiva. Las diez primeras instantáneas recibirán una felicitación especial.