11 de marzo de 2011

La invasión de los poetas funcionarios zombis III (tráiler oficial)

Hoy me he dado cuenta de que repito mucho la palabra “hoy” cuando empiezo a escribir. Para un escritor de mi talla esto, sin lugar a dudas, podría suponer un gesto ciertamente vergonzoso pero, al cabo, me he concedido a mí mismo la justificación precisa para interpretarlo como una suerte de recurso estilístico conscientemente deliberado, meditado y, de otra parte, la mar de original e interesante.

Acto seguido, nuestro narrador toma un sorbo de café y se entretiene en mirar por la ventana mientras medita sobre los cauces narrativos por los que navegará su pintoresca historia.

El arte de la escritura -escribe- entrará en desuso dentro de no demasiado tiempo. Sí, en el futuro dictaremos a las máquinas y ellas escribirán por nosotros. Luego empezarán a descifrar nuestros pensamientos y al final, después de que su inteligencia nos sobrepase, exterminarán al ser humano como especie.

Esto vendrá después de:


Próximamente, en sus pantallas:

LA INVASIÓN DE LOS POETAS FUNCIONARIOS ZOMBIS III
La esperanza capitalista

Cathie – Oh, John, ¿qué pasará ahora? Los funcionarios zombis están aprobando las oposiciones.
John – Ese no es el problema, Cathie, se avecina algo mucho peor.
Cathie – ¿Qué quieres decir, John?
John  – Si pudiera… si pudiera hacer algo… hazme un favor Cathie, alcánzame el mando de la televisión
Cathie – Sí cariño.

En ese momento Cathie se queda paralizada, las baterías que alimentan su cuerpo de androide se han agotado. John arrastra su silla de ruedas hacia la ventana de su piso con gesto de fastidio; luego se dirige al cajón y extrae su identificación del Ejército de Papá Noel y queda contemplándola con mirada perdida.

John – Si pudiera…

Año 2250. El narrador de nuestra historia deja de escribir bajo el pretexto de que se le está haciendo tarde. Esto ocurrió después de confundir un holograma de Belén Esteban con la propia Belén Esteban. En ese mismo momento, al abandonar su casa, un trajeado agente gubernamental le corta el paso emitiendo pitidos cortos con el silbato. El narrador descubre al momento que es un zombi de uno de los departamentos de la OIPP

Agente gubernamental – ¿Es usted el autor de La invasión de los poetas zombis II?


Próximamente

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