24 de septiembre de 2019

Nuestra lista de la Reverb II

En busca de la lista de blues definitiva, hemos hecho tres retoques desde la publicación del 11 de octubre de 2018. Planteamos este trabajo no como los mejores temas de blues de la orquesta, sino como los más simpáticos, de ahí que a la hora de elegirlos tengamos en cuenta varios criterios.
El Safari blues se sustituye por The movie blues. Dos temas del 2018. No es que Safari blues esté del todo mal (bastante conservador y sólido) pero... ¿Qué sería esta lista sin un homenaje al Movie records?

El Boogie quinto por Friday boogie. Dos boogies, uno del 18 y otro del 19. El Boogie quinto quizá fuera un guiño a nuestro célebre Militar medley, bastante gracioso para nuestra lista pero... ¿Suficientemente bueno? Friday boogie es más breve, directo y sencillo. Quizá menos original, pero va al grano y eso parece que es lo que hace falta para ese momento de la lista. 
A propósito del Friday, se completó un viernes bastante negro. El tema es realmente jovial pero aquel día no fue ni de lejos mi mejor día. Fue absolutamente nefasto, de hecho. Hablemos de otra cosa.

El Mandanga´s boogie por Nefertiti boogie. 2016 vs 2018. Hablando de el Mandanga´s, fue un hit estival y probablemente constituya el segundo boogie que publicamos después del ínclito Boogie Mario (allá por el 2015). Respecto a su antedecesor, el Mandanga´s presenta bastantes mejoras pero lo mismo todavía no ha alcanzado la perfección deseada. 
Cuando grabé el Mandanga´s no tenía planeado hacer un boogie (no veía posibilidades en ese estilo salvo las cómicas del Boogie Mario), mas probando un nuevo piano que me había descargado (y que como vino se fue por problemas de licencia), me pareció pertinente. Los samplers eran muy duros y metálicos y machaqué la mano izquierda. Le añadí la icónica frase del Fari, una batería con escobillas y un contrabajo. Estaba en la piscina municipal de Alcalá y lo puse en mi móvil, al más puro estilo Choni, pero de los años 40. Era feliz con mi música. 
Llegó el año 2018 y el ya mentado Boogie quinto, el Nefertiti boogie y no sé si alguno más. No recuerdo boogies del 2017 salvo quizás el Rocinante blues. El Nefertiti boogie presenta una línea de bajo más propia del rock que del boogie, rifts más personales, un cambio de ritmo y mayor instrumentación que el Mandanga´s (además de bajo y batería, órgano, guitarra y vientos). No es tan machacón, es más variado y quizá, esperemos, más sano de escuchar. 

El resto de temas aguantan. Villancico alient y Abismo son viejas vacas sagradas y Sinner blues y La fuga dos rarezas con encanto. Quizá los más flojos sean El blues del arroyo (duramente castigado por la audiencia) y El blues del museo de cera, que es bastante entretenido y posiblemente buen candidato para abrir la lista. Veremos quien se va y quien se queda en la próxima actualización.

18 de septiembre de 2019

Opus 1100

Trasgo es nuestro track 1100. 137 días han pasado desde la publicación del número 1000, el Xilo boogie. Como novedad de este último periodo, destacar la publicación en el mainstream de dos compilaciones insólitas; el B side y el C side. Un total de 20 temas de 20 álbumes distintos, en un periodo que comprende desde el 2013 al 2019. Entre el tema 1000 y el 1100 ha caído la compilación Just music, algo más popular que la compilación Exit, tampoco mucho más, pero que ha gustado a la crítica.

6 de septiembre de 2019

El apartamento en Marte

Un amigo mío poseía un apartamento en Marte. Lo estaba vendiendo o, al menos, tenía intención. Una amiga mía me preguntaba por la mejor forma de poder comprarlo, quería saber su precio y yo le informaba de que el apartamento debería costar unos 19.000 euros. Aconsejaba a mi amiga ofrecer 11.000 euros, lo cual implicaba una rebaja considerable. No sabía si quiera si mi amiga tenía ese dinero o si mi amigo iba a estar dispuesto a aceptar el trato en aquellos términos. De otro lado, aconsejaba a mi amiga que, de comprar el apartamento, sería difícil amortizarlo, pues tendría que ir y venir hasta Marte de continuo, lo cual supondría mucho tiempo y dinero invertido. 

Mi amiga insistió en la compra argumentando que, en cualquier caso, ella podría especular con el piso, y si le resultaba muy engorroso viajar a Marte, podría venderlo. Le dije que mi amigo, de venderla a ella el piso, lo haría por casi la mitad de su valor, con lo cual, aquello era, a mi entender, mal negocio, suponiendo que, cuando ella lo revendiera, tendría que practicar otra rebaja similar. 

Fue bastante chocante viajar a Marte y descubrir que allí había colonias humanas asentadas desde hacía bastante tiempo. No era algo que fuera público. Las construcciones parecían relativamente modernas y, a pesar de que los tonos rojizos dominaban la mayoría del paisaje, el cielo y algunos océanos vestían de un intenso color azul. 

Me disponía a rodar un cortometraje y el director y yo habíamos llegado antes que los actores a mi casa, de modo que decidimos empezar con algunas escenas que yo protagonizaría. Las escenas eran en el baño, sentado en la bañera, debajo de la ducha. Al ser el baño de reducidas dimensiones, resultaba complicado ajustar el tiro de cámara. Más tarde llegaron los actores y tuvimos que repetir las mismas escenas, hecho que me hizo pensar que habíamos trabajado en balde.

Recuerdo que el guion era intrincado y queríamos que algunas escenas claves del corto fueran en Marte, para lo cual habíamos planeado rodar con un croma, añadiéndole en postproducción multitud de efectos.

El director pretendía que, en torno a ese clímax de la filmación, la banda sonora fuera una especie de musical. Yo no tenía mucha fe en esto último, pues el libreto me pareció bastante ridículo, y comencé que lo mejor para aquel punto álgido sería una composición puramente instrumental, independientemente de si el resto de la música iba a contener voces.