“Por supuesto que recurro a sustancias psicoactivas para elaborar mis composiciones. La droga ayuda a desinhibirte y a estimular la percepción sensorial. El artista tiene mucho de chamán. La música tiene mucho de rito y en éstos las drogas tienen cabida”.
“Un artista ávido de fama o de dinero no se diferencia mucho de un oficinista que aspira algún día a conducir un deportivo como el de su jefe. Nos han enseñado a creer en el éxito y en base a los esfuerzos desinteresados de millones de jóvenes artistas se ha montado un auténtico Eurovegas”.
Y, sin duda, lo más polémico de todo:
“Prefiero la mermelada de fresa a la de melocotón”.
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