Con motivo de la publicación de la compilación Refugio de la Orquesta Arrecife, aquí reseñamos las opiniones de cuatro críticos de confianza:
Cítrica 1:
Me encanta, tiene un toquecillo Mozaril.
Cítrica 2:
El tema Tintero me mola bastante. Temas cortitos y amenos.
Cítrica 3:
De entrada, que dure 11:11 me mola. Renacimiento tiene un rollo Variaciones Goldberg. Tintero podría ser perfectamente la banda sonora de la película de un pianista incomprendido. Pomme de terre tiene un bajo un poco cargante, las notas de la mano derecha son de virtuoso. Clúster a tope y tríadas super rápidas. La trompeta de Pumpkins suena a plasticucho. La segunda parte de Canesú recuerda a la Naranja Mecánica, tiene algo de dulce y tierno, pero también turbio. En Tragaperras mola el rollo, pero los vientos se hacen protagonistas y vuelven a ese rollo de chino barato que me llevan a una peli de los Blues Brothers, pero con una base un poco más moderna. En Rizos el sinte mola mazo, pero insisto en que huiría de esos vientos. La de Cartago molaría que sonase de fondo mientras me dan un masaje épico. A partir del 1:15 las armonías se vuelven más tensas, tipo Arvo Pärt, luego las intenciones se calman, se vuelve más reflexivo el tema para recuperar el sentido de calma y armonía, pero enriquecido. De momento Cartago es mi favorita, pero creo que con tanta pista mezclada hay un ruido de esos tipo nieve que va y viene y no me cuadra mucho. Dinks me recuerda a The Doors, pero cambiando algunas notas para evitar la acusación de plagio. Light My Fire con trompeta de orquesta de chiringuito de playa nocturno. En el cierre de Cancánido se te ve en tu salsa. Una tarde en la Pauta Mágica, con música de fondo para despedirse del público.
Cítrica 4:
Renacimiento: Música de otra época mozartiana. Se puede ver un pequeño Mozart sentado en su piano con calzas y los pantalones ajustados con ribetes en los bordes. Es la normalidad de entonces.
Tintero: La mansión solitaria con grandes cortinajes en blanco que se mueven por el viento y un escritorio con una carta a medio escribir con pluma y tinta. Hay una chica joven bien parecida. Es la melancolía, el transcurrir del tiempo.
Manzana de tierra: Días de invierno con la luz blanca en el exterior y nosotros en la madriguera calentitos cocinando felices con músicas arguiñanas de la orquesta.
Pumpkins: El inicio me recuerda no sé bien si al Cantaloupe Island o al Watermelon Man. Tiene el aire desenfadado de esas canciones y luego pasa a ser un paseíto Frisbee.
Canesú: Empieza como el típico tema Frisbee en un entorno que podría ser de hoy día o de los 80. De repente pasa un hombre en bicicleta con peluca blanca de rulos y un traje a lo Napoleón. Estamos de nuevo en otra época y está el pequeño Mozart con su piano haciendo de las suyas.
Tragaperras: Tema funky, vacilón. Ahora que lo escucho con perspectiva pueden estar a la misma altura Rizos y Tragaperras. El ambiente que desprenden las dos canciones además es similar. Eso sí, la tuba es un puntazo.
Cartago: Algo triste y melancólico, a la par que épico. Es una baladita que luego se transforma en la mansión solitaria cerca del mar con grandes cortinajes en blanco y brisa marina.
Dinks: Empieza con ese estribillo que te lleva a temas de la época de nuestros padres, pero aún así lo suficiente molón como para ser rescatado. Cuando lo escucho con atención me he reconciliado. Veo temas de antes de los 80. Una persona con ropa deportiva de los 80, con una cinta en la cabeza y un perro salchicha moviéndose al ritmo de la música.
Cancánido: Tiene un vago aire cabaret, con mujeres vestidas de cabareteras moviéndose y levantando las piernas. También tiene un vago aire Frisbee petardo en el culo.
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