Y OTRA DE ARENA
“Pasa Belinda, hija,
mira cómo tengo la mampara, llena de cal”
He escuchado esto tantas veces que sólo puedo pensar en
mamparas y en el maravilloso poder antical del limpiador de turno.
De inmediato me he resuelto a escribir algo a modo de
revulsivo contra esta sangrienta y despiadada invasión publicitaria.
De modo que aquí me tienen, una vez más.
Ah, V. perdone. Lamento haber interrumpido sus meditaciones.
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