Tras finalizar su tercer álbum de estudio con Radiohead, Yorke regresa a su casa. El trabajo comienza a recibir la aclamación unánime del público y la crítica, empieza a ser catalogado como
uno de los mejores álbumes de la historia y como una obra maestra del
rock moderno. Empieza a situarse al lado de The Dark Side of the Moon de Pink Floyd o Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band y Abbey Road de The Beatles.
Yorke termina de fregar los platos, limpiar la mesa y saca la basura. Cuando la tapa del contendor le despide con un golpe sordo, a su mente llega la frase: Todo esto no ha servido de nada.
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