Cualquier
político que haya aprendido a sumar,
sabe
que de cada diez tiene que llevarse una.
Si
no le enseñaron a sumar, podemos entender que se haya llevado
solo
media.
Pero
si no sabe sumar y se lleva dos, ¿Cómo cojones pudo saber que había veinte?
-se
preguntó el detective-
Y
lo más sorprendente… es que en la caja solo quedan ocho –se dijo a sí mismo-
Si
mis sospechas son ciertas… -pensó-
me conformaría con la mitad de lo que falta a
cambio de cerrar el caso.Este texto viene de Diario de un camarero.
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