Cuando no me acuerde que he escrito este mensaje y algún día lo lea exclamaré, lleno de júbilo: ¡Coño, un mensaje!
Entiéndanlo como una pequeña broma que le gasto a mi yo futuro. Imagino que no le hará mucha gracia leerme esperando leer a alguien que no sea él mismo dada su previsible, irremisible y desconsolada soledad.
Quizá pueda parecer una pequeña forma de obtener felicidad instantánea a costa de arruinar mi futuro pero en el fondo -aunque con toda probabilidad un mensaje escrito por otra persona me hubiera hecho más feliz- tendré presente que
cuando te tienes a ti no estás tan solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario