7 de julio de 2011















La primera muestra fue hallada en los baños públicos de un intercambiador. Para hacer la inscripción, el autor levantó el esmalte de una puerta metálica, donde se agrupaban otras firmas.
La segunda muestra se encontraba en el muro de un solar. Esta frase es recurrida en algunas pintadas y es famosa, entre otras cosas, por aparecer en la película La vida es bella. Para muestra la siguiente pintada:


Recogida en este blog.

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