16 de julio de 2011

La nota misteriosa

Deambular por la ciudad al encuentro de lo insólito puede convertirse en una tarea dura pero en la mayoría de los casos suele reportar una grata recompensa que multiplica el margen de la cuenta de pérdidas y ganancias del paseante desocupado. Siempre uno va a encontrar algo, esto es seguro, y, en ocasiones, puede encontrar algo verdaderamente sensacional. Estar atento es necesario pero toda atención resulta inútil si el azar no se pone del lado de uno. Fue de esta manera como descubrimos, en la espalda de un canalón, una chapa atada con un hilo:
.












Cabe anotar que, de entre todas las obras que hemos catalogado hasta ahora, ésta ha sido una de las más difíciles de descubrir. Pero si esto ya era de por sí una buena recompensa, la cosa no quedó ahí; examinando la estructura, descubrimos una nota abandonada hecha pedazos en uno de los huecos entre el canalón y la pared. Tratamos de reconstruirla sobre un banco. 





La nota en cuestión había sido descompuesta de tal forma que apenas pudimos leer algunas palabras. A partir de lo poco que disponíamos aventuramos que quizá se tratase de una lista de la compra dirigida a una tal Charo o Chero pero eso es algo que no podremos asegurar. Tampoco si las dos obras tienen alguna relación entre sí. A partir de ahora aquel lugar pertenece a nuestra memoria al haber descubierto algunos de sus secretos.

No hay comentarios: