Hará unos días, soñé que me encontraba en una habitación
de Benidorm y movía la cama hacia una esquina para hacer hueco a una hilera de
pupitres, dado que iba a dar comienzo un examen de Historia. Recuerdo del
examen al menos dos preguntas: El tratado de Maastricht y El hundimiento del
Titanic.
No sabía muy bien como contestar las preguntas, así que
busqué la ayuda del profesor y este me explicó que no debía contestar
directamente, sino construir analogías, hacer algo así como chistes. Las
preguntas habían aparecido antes del examen, con lo cual, si hubiera estado
avispado, podría haber consultado el libro con anterioridad y responderlas
bastante mejor, cosa que lamenté.
Abordaba la pregunta del Titanic realizando un descomunal esfuerzo, y desarrollaba que su hundimiento era un símbolo del progreso y la ambición humana, siempre supeditada a fuerzas superiores que el ser humano tiende a ningunear.
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