Anoche soñé que me encontraba en un mundo postapocalíptico con parajes montañosos y llenos de vegetación. El protagonista permanecía en una especie de fábrica abandonada e intentaba acceder a un conducto de ventilación, pero una rejilla de metal se lo impedía. Huía de algo, o de alguien.
Al final, la
rejilla cedió gracias a la ayuda de un pequeño robot que accionaba un mecanismo
y el protagonista, experto en robótica, desmontó el robot, que tenía una luz
roja. Pretendía arreglar el robot con restos de otro robot. También quería
volver a dejar la rejilla tapando el conducto, pero ya era tarde pues los
dinosaurios que le acechaban merodeaban cerca.
Los dinosaurios
eran muy voraces y esquilmaban grandes superficies boscosas de las montañas.
Algunos se desplazaban en motocicletas y prendían fuego a los montes. Buscaban humanos,
pero si estos no se movían ni emitían ninguna luz podían pasar desapercibidos.
Como los robots que funcionaban también tenían luces, pues también estos
acababan destruidos por los dinosaurios. Aquí y allá había restos de
construcciones de una civilización humana, como la fábrica abandonada, y
también robots desmembrados, entre la maleza.
Nuestro
protagonista logró acercarse a una vieja casa en ruinas y allí descubrió un
ermitaño que vivía confinado en un pequeño aseo, con un ordenador. El anciano también
reparaba robots. Nuestro protagonista se internó en el aseo y cerró tras de sí
las puertas de cristal que amortiguaban el ruido que pudiera alertar a los
dinosaurios. Sin embargo, a pesar de las precauciones, los dinosaurios llegaron
hasta la casa y sus habitantes huyeron. El protagonista iba camino de un
acantilado y el ruido de sus pasos orientaba a los dinosaurios, que le
perseguían rápido en sus motocicletas. Cuando llegó al borde del precipicio, el
protagonista dio un salto a un lado y los dinosaurios cayeron por el
precipicio.
Me encontraba en
una casa rural. Había pasado allí unos días y tenía que abandonarla, de modo
que hice la maleta. La dueña de la casa se quejaba de mí, porque lo había
dejado todo desordenado y recuerdo que me ponía a fregar platos. La dueña, en
cambio, estaba muy contenta con el resto de los huéspedes, quienes se pusieron
a cantar a coro una canción magnífica.
Un diente se me cayó. Estaba hueco y lleno de algo que parecían diamantes relucientes. Fui a enseñárselo a mis padres y me puse a recoger todos los diamantes que habían quedado diseminados, tratando de recomponer el diente para que el dentista lo pudiera ver. Mis padres me avisaron que eso no me serviría de nada y era verdad, pues los diamantes perdían su brillo y empezaban a deshacerse.
1 comentario:
Me encanta!!!! dinosaurios en motocicletas XD
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