Hará unos días, soñé que ofrecía un concierto en un aula. La clase estaba tenuemente iluminada y la profesora no tenía muchas ganas de impartir lecciones, así que me pidió que tocase algo de música. Había allí un piano electrónico con muchos botones y unas teclas quizá demasiado estrechas, en la última fila de pupitres. Era realmente incómodo tocar ese piano.
Cuando concluí la primera pieza, pieza que interpreté con numerosas faltas, la profesora me preguntó si había terminado, según parecía no era suficiente. - ¿Suficiente? - exclamé - he estado tocando durante quince minutos -. Rellené el espacio que quedaba de clase y al final de esta, recuerdo que el piano se caía de su soporte y había de sostenerlo en complicadas posturas.
No es la primera pesadilla musical que tengo, hace unos años recurría a un sueño en el que escuchaba un pequeño loop desafinado repitiéndose incansablemente. El loop siempre era el mismo, pero, de tanto escucharlo, al final parecía que estaba afinado. También he soñado en ocasiones que tocaba guitarras o bajos con cierta destreza sin que sepa hacerlo en la vida real. Otras veces he cantado en sueños y el sonido de mi voz adquiría resonancias insólitasdestreza sin que sepa hacerlo en la vida real. Otras veces he cantado en sueños y el sonido de mi voz adquiría resonancias insólitas.
1 comentario:
No has hecho mención al acordeón, jajaja tú y tus pesadillas musicales.
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