Anoche soñé que conocía a una chica estupenda. Llovía tímidamente y decidimos tomar unas cervezas en el refugio ofrecido por un bar donde ya había estado antes... con otra chica. El tabernero me informó de que la consumición nos costaría 1,50 pero en realidad pagamos 3,75. - Siempre dices 1,50 - le comenté. Mi acompañante se bebió su cerveza de un solo trago sin importarle que el tabernero había llenado los vasos con cerveza de lata.
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