Con motivo de una entrada anterior de esta publicación alguien me reveló algo sorprendente y es que el ganchillo y el graffiti guardan cierta relación. Hablamos del fenómeno conocido como Yarn bombing cuyo origen algunos autores lo sitúan en Texas. Es una forma de arte urbano en el que se utiliza la tela como materia prima, preferentemente la lana. Buceando en internet descubrimos cómo, cuando se habla de este fenómeno, se suele destacar su limpieza y colorido. Es una manifestación que no gana tantos enemigos como lo hace el graffiti al uso y entre sus representantes podemos encontrar a gente de avanzada edad. Muchos artistas elaboran sus tejidos en casa pero otros prefieren hacerlo directamente en la calle. Cuentan, los seguidores de esta tendencia, con un día internacional en el que se programan diversas acciones.
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